La temporada de invierno puede no ser amigable para nuestros abuelitos. No solo aumenta el riesgo de enfermedades, sino que el frío mismo puede afectar su salud debido a la fragilidad de su organismo. En este artículo, exploraremos cómo los cambios de temperatura les afectan y qué medidas tomar para salvaguardar su salud.
¿Por qué los cambios de temperatura afectan a los adultos mayores?
Con los años, nuestra capacidad de termorregulación disminuye. El cuerpo se vuelve menos adaptable a los cambios externos de calor o frío, lo que dificulta a las personas mayores ajustarse a las variaciones de temperatura como lo haría alguien más joven.
Principales cuidados ante estos cambios de temperatura:
Aquí algunos cuidados específicos para proteger la salud de nuestros abuelitos en invierno:
- Condiciones ambientales: Mantener su habitación tranquila, bien iluminada, aireada y con una temperatura agradable.
- Ropas: Evitar abrigarlos demasiado para prevenir la transpiración. Se recomienda usar pijamas de algodón y cambiar la ropa húmeda por seca si es necesario.
- Alimentación: Proporcionar una dieta rica en energía (calor), asegurando un adecuado consumo de carbohidratos, lípidos y proteínas.
- Hidratación: A pesar de la disminución en la ingesta de líquidos en invierno, es vital mantener un consumo regular de 2 litros diarios, preferiblemente agua tibia o caliente. Evitar el alcohol, ya que es un vasodilatador que promueve la pérdida de calor.
- Actividad Física: No descuidar la actividad física, realizándola en condiciones adecuadas de temperatura. En días más cálidos, se puede hacer al aire libre con un calentamiento previo en casa, mientras que en días fríos se recomienda realizarla en las horas centrales del día.
Recuerda que contamos con una casa de reposo en Lima, estratégicamente ubicada en La Molina. Brindamos estos cuidados especiales porque comprendemos las dificultades que pueden experimentar nuestros abuelitos durante esta época del año. Necesitan cuidado y atención, por lo que se aconseja no dejarlos solos, especialmente en invierno, donde el calor familiar es fundamental para su bienestar.